Cuando escuchamos la palabra "babosa", por lo general ponemos una ligera mueca de asco en nuestro gesto al imaginar a esos escurridizos y viscosos moluscos que no suelen ser demasiado bien recibidos por la gente. No son más que caracoles sin concha (o al menos no la vemos a simple vista como en el caso de los caracoles) y son asquerosos.
Sin embargo, no somos capaces de imaginar siquiera que las babosas pueden ser unos animales preciosos, sacados de una imaginación casi caprichosa. Sí, puede resultar difícil de creer. Estoy hablando de las babosas marinas: animales que parecen propios de la película más fantástica que puedas encontrar en cartelera.
Los que os quiero presentar a continuación son sólo tres ejemplos, pero existen muchísimos más.