martes, 6 de febrero de 2018

La utilización del fuego por algunas aves rapaces


Que muchas aves utilizan herramientas no es algo nuevo. Palos (incluso modificados para su propósito), piedras para romper cáscaras de huevos... cualquier recurso es bueno a la hora de conseguir alimento. 

Lo que no se había observado hasta ahora era que utilizaran también el fuego, una herramienta considerada hasta el momento característicamente humana.

Todos los animales temen el fuego y huyen de él. 

Ese es un hecho que parecen haber aprendido los depredadores que aprovechan los incendios para buscar alimento entre los animales que huyen del humo y de las llamas. Entre estos depredadores "forrajeadores de las llamas" encontramos aves rapaces como milanos que se concentran en grandes grupos junto a otras especies sobre frentes activos de incendios, esperando a que sus presas salgan de sus madrigueras para abalanzarse sobre ellas. Este es un comportamiento que ya se ha documentado en el oeste y este de África, Florida, Texas, Estados Unidos de América, Panamá, Brasil, y Australia. 

Sin embargo, en el norte de Australia se ha descrito que algunas de esas especies de aves rapaces, concretamente el milano negro (Milvus migrans), el milano silbador (Haliastur sphenurus) y el halcón berigora (Falco berigora); son incluso capaces de extender los incendios transportando pequeñas ramas encendidas con sus garras o su pico y dejándolas caer sobre arbustos o hierba de zonas no quemadas y que se encuentran como mínimo a un kilómetro de distancia del fuego original. De esta manera hacen salir a sus presas, entre ellas pequeñas aves y reptiles, roedores e incluso insectos como saltamontes; espantadas por el fuego o las llamas. 

Las tres especies de aves rapaces de las que se tienen testimonios propagando incendios son a) el milano negro (Milvus migrans), b) el milano silbador (Haliastur sphenurus) y c) el halcón berigota (Falco berigota). Fotos de SEO/Bird LifeJim Bendon y Jjron.

Y así consiguen incluso que el fuego sortee obstáculos como podría suponer un cuerpo de agua, un camino o un cortafuegos artificiales creados por los bomberos y crear nuevos focos de incendios.

Puede que las aves no puedan crear fuego por sí mismas, pero sorprende su capacidad para utilizarlo como herramienta a la hora de cazar. De hecho, muchos nativos de Australia afirman que los humanos aprendieron a utilizar el fuego observando a las aves.

Por el momento, la discusión en el ámbito científico se centra en si este comportamiento observado de transportar palos encendidos y dejarlos caer para crear nuevos focos de incendios se trata de un comportamiento accidental o intencionado. Además, no existen fotos o vídeos que lo evidencien, o literatura previa, sino que el estudio se basa en observaciones directas o testimonios de los nativos Australianos (aborígenes o no). Por eso, los propios autores del estudio pretenden continuar con estas investigaciones empleando experimentos controlados más rigurosos que puedan arrojar algo de luz sobre este inusual comportamiento y extenderlo a otros continentes como América del Sur y África.



Fuentes:
Bonta, M., Gosford, R., Eusen, D., Ferguson, N., Loveless, E. & Witwer, M. 2017. Intentional fire-spreading by "firehawk" raptors in Northern Australia. Journal of Ethnobiology. 37(4): 700-718.

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