En la eterna lucha armamentística entre depredadores y presas, ya vimos que uno de los principales métodos de defensa que utilizan los animales es pasar desapercibidos en su medio mediante la cripsis. Sin embargo, en contraste con esta, otros animales optan por un mecanismo de defensa que consiste en todo lo contrario: destacar sobre el medio que les rodea o imitar a otras especies.
Coloración aposemática
En contraste con la cripsis, muchos animales han adoptado la estrategia de advertir a posibles depredadores de que son tóxicos o, simplemente, tienen un sabor desagradable mediante colores brillantes y llamativos y comportamientos evidentes.
Las especies se ven protegidas porque los depredadores aprenden a reconocer y evitar estas señales después de encuentros desagradables para ellos.
Ejemplo: Las serpientes de coral de la Familia Elapidae y las mariposas monarca (Danaus plexippus) exhiben colores brillantes y llamativos para advertir de su peligrosidad a posibles amenazas. Las serpientes de coral tienen una mordedura tóxica y las mariposas almacenan toxinas en forma de glucósidos cardíacos cuando son larvas a partir de las asclepias de las que se alimentan.
a) Serpiente de coral (Micruroides euryxanthus, foto por David A Jahn) y b) mariposa monarca (Danaus plexippus, foto por Derek Ramsey) |
Mimetismo Batesiano
Este tipo de mimetismo debe su nombre al científico británico Henry Walter Bates, que estudió el mimetismo en las mariposas del Amazonas durante la mitad y el final del siglo XIX.
Se llama mimetismo Batesiano cuando algunas presas inofensivas adoptan coloraciones aposemáticas de otros animales tóxicos o desagradables, pese a que ellas no poseen dichas características.
Ejemplo: Siguiendo con el ejemplo de antes, algunas especies toman de modelo a las serpientes de coral y a las mariposas monarca y se disfrazan de ellas adoptando sus colores brillantes pese a que no son en absoluto peligrosas, como es el caso de la serpiente coral ratonera (Lampropeltis triangulum, de la familia Colubridae) o la mariposa virrey (Limenitis archippus). Otro ejemplo sería el caso de la abejilla del álamo (Sesia apiformis), que no es más que una inofensiva polilla del orden de los lepidópteros que adopta los colores y la forma corporal de una peligrosa avispa (género Vespula).
(Arriba) Modelos de a) Serpiente de coral (Micruroides euryxanthus, foto por David A Jahn) ,b) mariposa monarca (Danaus plexippus, foto por Derek Ramsey) y c) avispa (Género Vespula, foto por Wikimedia). (Abajo) Respectivos imitadores: Coral ratonera (Lampropeltis triangulum, foto por Mike Pingleton), mariposa virrey (Limenitis archippus, foto por PiccoloNamek) y la abejilla del álamo (Sesia apiformis, foto por Gyorgy Csoka). |
Mimetismo Mülleriano
El naturalista Fritz Müller (1978) fue el primero en proponer este concepto, y a él se debe el nombre de este tipo de mimetismo.
Se llama mimetismo Mülleriano cuando dos o más especies tóxicas o con características peligrosas se parecen entre sí sin estar emparentadas y ambas convergen en la misma defensa aposemática al compartir uno o más depredadores. De esta manera, un posible depredador sólo necesita experimentar la toxicidad de una de las dos especies una vez para aprender que otra similar también sería peligrosas para él. Sin embargo, es probable que, mientras una de esas especies sea realmente tóxica, la otra simplemente tenga un sabor desagradable. No siempre van a compartir, por tanto, las mismas características, aunque sí compartan el mismo mimetismo.
Ejemplo: Las diferentes especies de mariposas del género Heliconius son ejemplos clásicos del mimetismo Mülleriano. Muchas de ellas comparten coloraciones similares o incluso idénticas, y todas ellas son desagradables para las aves que se atreven a depredarlas.
Ejemplares de diferentes especies del género Heliconius que comparten coloraciones aposemáticas similares (Imagen por Axel Meyer) |
Fuente:
Hickman, C. P., Roberts, L. S., Keen, S. L., Larson, A., l'Anson, H. & Eisenhour, D. J. 2008. Integrated Principles of Zoology. 14 Edición. McGraw-Hill.
Meyer, A. 2006. Repeating patterns of mimicry. PLoS Biology. 4(10): 1675-1677.
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