lunes, 12 de septiembre de 2016

La compasión de las ballenas jorobadas



Se llama cuidado alomaternal ("allomaternal care") cuando un animal presta cuidados maternales a una cría que no es suya. Y este comportamiento puede darse incluso entre especies diferentes. Quizás el ejemplo más común es el de los seres humanos, que crían y cuidan a sus mascotas, o los casos de perros y gatos que han adoptado animales huérfanos. Incluso, aunque de manera menos frecuente, entre animales no domesticados: como la gorila del Zoo Brookfield, cerca de Chicago, que en 1996 rescató a un niño de tres años que había caído en su instalación y lo llevó de vuelta y a salvo a la puerta de los cuidadores del zoo.

En el caso de las ballenas jorobadas, se han documentado varios episodios en los últimos años de comportamientos que parecen responder a estos cuidados alomaternales o, quizás, de altruismo animal.


En enero del 2009, Robert L. Pitman y John W. Durban partieron hacia la Antártida en busca de una potencial nueva especie de orca (Orcinus orca) que caza focas que viven sobre el hielo marino. Estas orcas son capaces de nadar de manera sincronizada, en formación cerrada, para crear olas que empujen a las focas fuera del hielo y poder cazarlas en el agua. La intención de estos investigadores era documentar esta espectacular técnica de caza, pero toparon con una sorpresa insólita.

Una mañana, en la que habían localizado un grupo de diez orcas, dos ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) aparecieron entre ellas bramando y golpeando la superficie del agua con sus colas y aletas pectorales. Los investigadores al principio pensaron que las ballenas jorobadas estaban siendo atacadas por las orcas, pero poco después se dieron cuenta de que había una foca de Weddell (Leptonychotes weddellii) entre ellas. Seguramente, era la presa tras la que estaban yendo las orcas.

Las orcas continuaron su camino, y quince minutos después dieron con una foca cangrejera (Lobodon carcinophagus) que se encontraba sobre un bloque de hielo que rompieron con una ola y dejaron a la foca sobre un fragmento que no era mucho más grande que ella misma. Pero cuando parecía que las orcas tenían su oportunidad, las dos ballenas jorobadas volvieron a aparecer. Nadaron alrededor del hielo, otra vez bramando y golpeando el agua hasta que las orcas desistieron y volvieron a marcharse.

El comportamiento de estas ballenas jorobadas era muy similar al comportamiento de mobbing o de acoso que llevan a cabo muchas especies de aves cantoras para ahuyentar a las aves de presa.

Sin embargo, lo que observaron una semana después sugería una interpretación diferente de los hechos.

Cuando otro grupo de orcas estaba atacando a una foca de Weddell que se encontraba sobre un bloque de hielo, otra pareja de ballenas jorobadas entró en escena. La foca había caído al agua y estaba expuesta al ataque letal de sus depredadores, pero nadó frenéticamente hacia las ballenas jorobadas. En el momento en el que consiguió acercarse a la ballena más cercana, esta giró sobre sí misma y la foca se vio arrastrada sobre su pecho, entre sus aletas pectorales. Entonces, cuando las orcas se aproximaron a ellas, la ballena arqueó su pecho, dejando a la foca fuera del agua y fuera del alcance de las orcas. Sin embargo, el agua que resbalaba de su cuerpo estaba comenzando a arrastrar de nuevo a la foca de vuelta hacia el mar, y entonces la ballena  actuó con un gentil empujón con su aleta para devolverla al centro de su pecho. Momentos después, la foca volvió al agua y nadó a salvo hacia un hielo cercano.

Estos ejemplos no son hechos aislados. Según la revista "Marine Mamman Science" se han registrado 115 interacciones entre ballenas jorobadas y orcas en los últimos 62 años en muchas áreas de todo el mundo. Y en el 85% de los casos, las yubartas sólo actuaban cuando las orcas estaban a punto de comenzar su caza o ya estaban en ella. Situaciones similares han ocurrido en renovadas ocasiones: en mayo del 2012 un grupo de hasta 14 ballenas jorobadas impidieron que una manada de orcas consumieran el cadáver de una cría de ballena gris (Eschrichtius robustus) que acababan de cazar, custodiando su cuerpo y ahuyentando a las orcas que se acercaban a comer. Y en otro caso, incluso llegaron a evitar que un par de peces luna (Mola mola) terminaran convirtiéndose en presas de las orcas.

¿Pero se trata de un acto altruista? ¿Por qué las ballenas se molestan en salvar a animales de otras especies?

Una de las hipótesis que se ha formulado al respecto es que la amenaza de las orcas dispara una respuesta maternal protectora en las ballenas jorobadas, ya que se sabe que las orcas pueden atacar y depredar a crías de esta especie. Por eso este comportamiento podría haber evolucionado para que los individuos más jóvenes sobrevivan a la etapa más frágil de su vida. Sin embargo, de todos los incidentes registrados en los últimos cincuenta años, sólo en el 11% de los casos las orcas atacaron a ballenas jorobadas y, aunque no tuvieran crías que pudieran estar expuestas al peligro en ese momento, estas actuaban de manera inmediata e instintiva para contrarrestar la amenaza hacia un animal más pequeño.

Schulman-Janiger señala que puede tratarse de un asunto personal. No todas las ballenas jorobadas interfieren en las cacerías de las orcas, y muchas de las que lo hacen tienen viejas cicatrices que podrían ser resultado del ataque de orcas, quizás cuando eran crías. También podría ser posible que las ballenas respondieran sólo a los reclamos de las orcas, en lugar de los de los animales a los que está depredando. Esto indicaría que las ballenas sólo saben a qué especie pertenece el animal al que están defendiendo después de que se produzca el ataque. 

"Cuando un ser humano protege a un individuo en peligro de otra especie lo llamamos compasión, si una ballena jorobada hace lo mismo lo llamamos instinto. Pero a veces la distinción no está del todo clara."


Referencias:
Pitman. R. L., Deecke, V. B., Gabriele, C. M., Srinivasan, M., Black, N., Denkinger, J., Durban, J. W., Mathews, E. A. Matkin, D. R., Neilson, J. L., Schulman-Janiger, A., Shearwater, D., Stap, P. & Ternullo, R. 2016. Humpback whales interfering when mammal-eating killer whales attack other species: Mobbing behavior and interspecific altruism? Marine Mammal Science
National Geographic en español
Natural History


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